Cómo cambiar un hábito mal y convertirlo en uno bueno
Lo que hacemos repetidamente durante el paso de los días es lo que conforman nuestros hábitos, y en consecuencia definen lo que somos como personas.
El querer ser mejor cada día pasa por adoptar buenos hábitos y dejar al lado aquellas rutinas que son nocivas para nuestro estado físico y psicológico. La vida que lleva una persona es la suma de todos sus hábitos.
En las siguientes te explicamos el proceso de cambiar un hábito y reemplazarlo por otro mejor.
Cuáles son las causas de tener un mal hábito
Las rutinas que perjudican nuestra salud están determinadas por dos términos, por una parte el estrés y aburrimiento, y por otro lado no eliminamos el hábito sino que lo remplazamos.
En ocasiones los malos hábitos se producen por el estrés y el aburrimiento. Un ejemplo de ello es morderse las uñas ante situaciones que nos ponen nerviosos.
Los principales pasos que hay que dar para dejar a un lado estas malas prácticas es informarse, aprender e interiorizar nuevas y saludables formas de lidiar con el estrés y aburrimiento, los cuáles pueden ser síntomas de problemas profundos.
Los malos hábitos proporcionan beneficios a nuestro cuerpo, a pesar de que alguno de ellos sea malo. Por ejemplo, fumar en nocivo para la salud pero al hacerlo le estamos dando una sensación de placer a nuestro cerebro.
Nuestros hábitos malos nos dan alguna clase de beneficio y por eso es muy difícil sacarlos de nuestras vidas. La clave de este problema es sustituir el mal hábito por un nuevo hábito que nos aporte un beneficio similar.
Cómo empezar a cambiar un hábito
Tanto los buenos como malos hábito siguen un patrón, un recordatorio mediante el que se inicia el comportamiento que da lugar a la acción, la rutina que es la acción que hacemos durante la actividad y por último la recompensa, es decir, el beneficio que tenemos de ese comportamiento.
El primer paso que se debe dar para cambiar un hábito es ser conscientes de nuestros malos hábitos. Partiendo de esa base habrá que trazar un plan para adoptar nuevas costumbres saludables.
Después hay que buscar un sustituto que aporte el mismo beneficio del hábito nocivo para nuestra salud. Este paso hay que pensarlo detenidamente no se llevarlo a cabo sin pensar.
Por ejemplo ¿Qué harás cuando ya no puedes fumar?
Disminuir los disparadores, es decir, las acciones que no dan paso a realizar la acción. Si por ejemplo quiere cuidar tu dieta dejando a un lado alimentos poco saludables, habrá que crear un entorno que favorezca comer sano. Comprando comida de calidad como las pechugas y verduras o evitando tener alimentos que ayuden a ese picoteo entre horas.
Si queremos cambiar un hábito hay que empezar por transformar el entorno, es la única manera de cambiar el resultado aquello que queremos conseguir.
Otra manera de superar las barreras de ese mal hábito es apoyarse en otras personas, las cuales pueden querer adquirir los mismos hábitos de salud que tú. Un ejemplo de ello es hacer más deporte, salir andar o correr con algún amigo ayudará considerablemente.
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