Daniel Yranzo, cocinero, comunicador y embajador de la gastronomía aragonesa
Estas Navidades prometen ser muy diferentes. Sabemos que mucha gente se verá obligada a cocinar en una fecha señalada por primera vez. ¿Te reconoces ahí? ¿Te decimos cuál es el secreto? No complicarse y ponerle mucha alegría. Eso y unos cuantos consejos que nos ha brindado Daniel Yranzo: cocinero, comunicador y embajador de corazón de nuestros productos aragoneses. No hace falta pasarse horas en la cocina ni meterse en líos para disfrutar de un buen banquete. ¿Te animas?.
¿Quién es Daniel Yranzo y a qué se dedica?
Daniel Yranzo es cocinero y apasionado de su trabajo. Tengo la gran fortuna de trabajar en lo que me apasiona, que es la cocina y que además da la casualidad que es una cosa que tenemos que hacer todos los días para alimentarnos y yo, de paso, alimento también a mi familia. Con lo cual soy bastante feliz haciendo mi trabajo. La forma en que intento ayudar a la gente es ofreciéndoles ideas, recetas, a los que no saben, enseñándoles a cocinar y a los que saben, ayudándoles a perfeccionar la técnica (yo tampoco dejo de aprender en ningún momento). Así que comparto todo lo que aprendo como por ejemplo a través de la Pera Limonera, programa de Aragón TV, que tengo la suerte de presentar junco con Aitana Muñoz.
Lo más complicado que sé hacer es una ensalada caprese, pero este año no me queda más remedio que cocinar. ¿Cuál es el plato fácil y resultón para dummies?
Mi consejo sería que lo practiques antes; nunca te pongas a hacer un primer plato en una fecha importante porque el riesgo es alto y puede haber un fracaso. Practica esa ensalada o lo que vayas a cocinar antes, hazlo con tu familia (o para ti solo) y luego, ya lo perfeccionas. Yo recomiendo siempre en fechas clave: estofados, asados, platos que son muy sencillos si se siguen los pasos de cualquier recetario que te puedes encontrar por ahí y que además te permiten estar sentado a la mesa y no estar pringando todo el rato en la cocina, cosa que me parece muy importante en fechas especiales: que el cocinero también pueda disfrutar de la compañía y de estar sentado en la mesa.
Aún así, por si acaso, ¿me puedes recomendar productos buenos que se vendan ya cocinados y/o que no requieran elaboración?
Pues mira, las conservas, tanto de mar, como de carne. Tenemos una industria conservera maravillosa en España. Y luego solo tienes que echarle un poquito de imaginación para completarlas: añadirles un poco de vegetales, un sofrito, o un huevo frito que eso nunca falla. Cualquier cosa que tengas le añades un huevo, duro, jugosito, a la plancha, un huevo poché, un huevo frito… mejora mucho, ¿verdad?.
¿Y si el problema es que me flaquea el presupuesto?
Lo del presupuesto nunca es un problema, salvo que tengas unos gustos muy sibaritas. Hoy en día tenemos en la alimentación productos maravillosos con un precio muy asequible. Así que el presupuesto, salvo que te guste el caviar o cosas espléndidas de ese tipo, no es excusa para comer bien.
Quiero hacer una cena excelente, pero no quiero gente empachada por los sofás. ¿Me das algunas claves para que nos siente todo divinamente?
Vamos a hacer cenas ligeras, evitando preparaciones en las que haya exceso de frituras. Podemos utilizar el horno, las planchas y las guarniciones ligeras y / o con abundancia de ingredientes frescos encima de la mesa. Esa sería la clave para que por la noche no haya gente empachada por los sofás.
¿Qué les hacemos estas Navidades a los nenes -y no tan nenes- que no salen de las salchichas con patatas?
Yo creo que los niños hay que educarlos desde el primer momento y así evitar el menú infantil, el dichoso menú infantil!. Tienen que adaptarse a lo que comemos los mayores. Soy muy contrario al menú infantil, más que nada porque ese menú suele estar lleno de cosas que no deben comer los niños. Así que estamos dando un ejemplo pésimo. ¿Qué les hacemos a los nenes? Bueno, lo mismo que a nosotros, salvo que haya mucho picante, muchas especias o ingredientes que a su paladar les resulte muy agresivo. Los niños tienen que comer igual que los mayores. Y los mayores tenemos que comer sano para dar ejemplo. Ya sé que suena un poco raro pero es lo que creo firmemente.
¿Nos cuentas algún desastre culinario navideño que te humanice y que nos haga sentir buenos cocineros?
¡Bueno pues claro!. Los primeros años de la escuela de hostelería sales de ahí creyéndote un cocinero de tres estrellas y no sabes ni hacer prácticamente unas lentejas. Las dos primeras navidades que te animas a cocinar intentas hacer cosas que no son las tuyas, que no estás acostumbrado a hacer y quieres quedar tan bien, que haces cosas rarísimas, complicadas que generalmente, no tienen un final feliz. Entonces, cuando coges seguridad en ti mismo piensas: ¿para qué estoy haciendo yo esto con lo que no me identifico o que me falta experiencia para hacerlo?. Poco a poco te vas adecuando a tu nivel. Siempre tienes que hacer cosas adecuadas a tu nivel de cocina, no intentes hacer ese día cosas que no sabes hacer.
¿Qué es lo más divertido de tener una tienda y espacio de showcooking como Escuela de Sabor?
Es el estar viendo directamente a la gente cómo se llevan tu comida a la boca. Cuando preparamos entre todos, cocinamos entre todos, echamos unas risas entre todos y ellos prueban delante tuyo la comida y no hay escapatoria y les ves directamente la cara de felicidad o no tan felicidad, así que para mí también es un gran aprendizaje. Se comparten momentos maravillosos. Siempre he pensado que las mejores cosas en casa ocurren alrededor de la cocina o de la mesa donde se come y Escuela de Sabor es todo eso en un espacio.
¡Nos chiflan los regalos gastronómicos! Suelen triunfar un montón. ¿Nos das opciones para diferentes presupuestos? Alrededor de 20€, 50€ y 100€
Aquí por ejemplo, en la escuela, tenemos muchos gadgets de cocina, menaje, tenemos también producto aragonés, del que somos unos fieles defensores.
Los libros de cocina, siempre recomiendo libros de cocina, me parece una compra maravillosa. ¿El presupuesto? Hay presupuesto para todo, tanto aquí, como en las librerías, como en cualquier sitio al que vayáis, siempre vais a tener opciones. A mí a bote pronto es lo que me haría feliz que me regalasen (y de hecho es lo que me regalan todos los años).
En Escuela de Sabor, celebráis cursos de cocina que nos pueden venir muy bien para prepararnos para estas Navidades. ¿Nos cuentas cómo van?
Los cursos de cocina están yendo muy bien en Escuela de Sabor. A pesar de la situación tan complicada en la que nos encontramos, hemos podido mantener la actividad con grupos de 6 personas como máximo y con una medidas de seguridad muy rigurosas. Pero por suerte ahí estamos, haciendo cursos y van de maravilla. La gente tiene muchas ganas de disfrutar, de pasárselo bien, aunque sea con la mascarilla puesta… y esperemos que 2021 nos traiga muy buenas noticias para volver a disfrutar como antes. Si no, saldremos adelante sea como sea.
¿De qué manera te aporta, como chef, enseñar a otras personas a cocinar?
Para mí enseñar a otras personas a cocinar es también aprender. A mí me gusta mucho transmitir mi forma de cocinar y también me gusta escuchar cómo la gente cocina. Para mí es genial. Luego aparte es una responsabilidad, intento transmitir las bases de una alimentación sana, de km0 que me parece fundamental, sostenible… Consumir producto de cercanía y de temporada, me parece una prioridad total y absoluta para la economía local y también para la sostenibilidad medioambiental.
Como sabes, nosotros tenemos una gran variedad de piezas frescas como pavita, pavo, pularda, capón, pato… Pero a mucha gente nos da un poco de miedo enfrentarnos a un asado. ¿Nos das tus pasos infalibles para que los asados salgan deliciosos? ¿Incluso una guarnición para aves que nunca salga mal?
Sí, conozco todas vuestras variedades, me gustan mucho, tienen muy buena calidad. ¿Pasos infalibles? Lo que hay que mirar siempre es que el asado no quede seco, y eso se consigue con humedad. Si tenéis la suerte de tener un horno de vapor me imagino que ya sabéis cómo usarlo, pero si no, el truco de nuestras madres, de nuestras abuelas, también de los padres, que también cocinan muchos padres, es poner simplemente una bandeja con agua muy caliente en la base del horno, que va a generar un vapor que hace que el asado salga mucho más jugoso.
¿Las guarniciones? Son infinitas: las patatas son un clásico y están inmejorables, pero a mí me gusta mezclar con esas patatas un poco de fruta: manzanas, peras que tenemos maravillosas en Aragón, melocotón si es temporada… las guarniciones son innumerables. Y luego cuando salen del horno esos asados, siempre me gusta combinar todas las comidas con vegetales frescos. Es muy saludable desde el punto de vista nutricional.
Lo que hacemos habitualmente en España de poner la ensalada al centro, -a mí me gusta hacerlo con los asados y este tipo de comidas tan contundentes- me gusta hacerlo en formato salsa, más del tipo mejicano. Suelo hacer picadillos, como el pico de gallo, como el chimichurri, como la pipirrana andaluza, que son picadillos de muchos vegetales frescos aderezados con aceite de oliva, vinagre y especias, y esta es la salsa con la que suelo acompañar los asados. Es infalible de verdad: probad a hacerlo porque ese contraste de la contundencia de un buen asado con las patatas, esa guarnición tan maravillosa que muchas veces decimos que está hasta mejor que el asado, porque absorbe todos esos jugos, con la frescura de todo esto que os estoy diciendo de los vegetales picados frescos con especias, es una combinación increíble.
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