pollo escabechado

Receta de Pollo en Escabeche

El escabeche es un tradicional método de conservación de alimentos en vinagre que se utiliza en las cocinas de medio mundo. Si todavía no has probado el pollo en escabechado, te recomendemos que lo hagas a través de esta receta que se nutre principalmente de vinagre, aceite, laurel y pimienta.

Un sabor de los de toda la vida,  con ingredientes económicos y que seguro que tienes en casa. Una vez que aprendas la técnica de la conserva en escabeche, podrás aplicarla a otros platos tradicionalmente cocinados con este tipo de marinado como el conejo, las codornices, los mejillones o el bonito.

Para esta receta puedes cocinar un pollo entero troceado o bien cocinar alguna parte como los muslitos o los cuartos de pollo. Este plato es perfecto para acompañar con abundante pan, arroz blanco o en una deliciosa ensalada templada.

Receta de pollo escabechado

Dificultad: Media
Número de personas: 4

Ingredientes

  • 1 pollo troceado.
  • 1 cebolla grande.
  • 2 zanahorias.
  • 5 dientes de ajo.
  • 3 hojas de laurel.
  • Tomillo (opcional)
  • 100 ml de vinagre de Jerez.
  • Agua.
  • 200 ml de aceite de oliva.
  • Un poco de harina.
  • Sal.
  • Pimienta en grano.

Preparación del pollo en escabeche

  1. Corta la cebolla en tiras medianas, la zanahoria en rodajas y chafa los ajos con un cuchillo.
  2. Enharina los trozos de pollo previamente salpimentados y pásalos por una sartén con el aceite bien caliente. Con un toque de 5 minutos por cada lado será suficiente.
  3. Retira el pollo y en esa misma cazuela, con el mismo aceite, cocina la cebolla, la zanahoria y el ajo que has cortado previamente. Sofríe a fuego medio durante no más de 5 minutos.
  4. Añade las hojas de laurel seco, la pimienta en grano y los trozos de pollo.
  5. Añade el vinagre y el agua hasta casi sobrepasar el pollo y deja cocer a fuego medio y con tapa durante aproximadamente 45 minutos. Te recomendamos que pruebes cuando haya pasado media hora para rectificar si fuera necesario y que des la vuelta a las piezas.

¡Y ya estará listo! Si no puedes resistirte a probarlo, déjalo reposar un poco antes de comer, aunque lo ideal es que lo sirvas al día siguiente para que esté más sabroso.

Lo puedes comer frío o caliente y solo o acompañado ¡Lo importante es que disfrutes de esta tradicional receta!

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